viernes, 6 de enero de 2012

You're... alone...?

Se despertó. Escuchaba claramente el despertador sonando con una música tranquilizadora. Se olvidó de desactivarlo en las vacaciones de invierno. Su cabello la cubría entera. Entonces miró su despertador. Las 8:00 justamente. Salió de su cama lentamente, y se vistió con una blusa blanca y unos pololos, y se puso sus botas altas. Se asomó por la ventana de su cuarto. Hacia mucho frío, así que cogió su abrigo y bajó. Ya abajo, cogió su bolso, metiendo en él las llaves de su piso y su cartera y cogió un paraguas grande por si acaso. Le puso la correa a Doggie para salir con él, como siempre.
Saliendo de su piso, se encaminó hacia el bar al que iba todos los días a tomarse su café y su tostada. Doggie estaba impaciente por desayunar con ella.
Cuando llegó, se sentó en una mesa de fuera.
-¿Qué desea, señorita?
-Lo mismo de siempre. Un capuccino y la tostada de siempre.
Doggie no paraba de dar vueltas de alegría, no se quedaba quieto, lo que duró poco, ya que el camarero vino rápidamente con su capuccino y su tostada.
-Aquí tiene.
-Gracias.
-Son 1,50$.
-Tome.
El camarero se fue, y ella le pegó el primer sorbo a su capuccino. Partió por la mitad la tostada. Le dió un mordisco a una parte, y cogió un trozo de la otra y se lo dió al perro. Doggie estaba muy feliz. Bebió un poco de capuccino. Le pegó otro mordisco, y cogió otra vez un trozo de la otra parte y se lo dió a Doggie, y así toda la mañana. Cuando terminó, se sentía mejor. Se levantó de su silla, cogió su bolso y su paraguas y se encaminó a su piso. Entonces empezó a llover, así que abrió su paraguas. Doggie caminaba a su lado para no mojarse. Entonces, Doggie olió algo y corrió hacia ello. Ella iba detrás, corriendo. Corriendo y corriendo llegaron a un bosque cercano de allí, y vieron a una persona alta, encogida bajo un árbol. Estaba empapada. Así que se acercó a ella.
-¿Estás... sola...?
-¿Es...a mí?
-Sí. ¿Podrías deirme cómo te llamas?
-Draculaura. Soy la hija del Conde Drácula. N-no te asustes, soy vegetariana. ¿Y tú?
-Ah... Soy Yuzuki Daishi.
-Oye... ¿me podrías decir para dónde se va a la escuela Monster High? Es que... algo me absorbió, y ahora no se  dónde estoy...
-No existe ninguna escuela ni aquí ni en ningún lugar... lo siento...
-¿Ahora como vuelvo yo a mi casa?
-Puedes quedarte en la mía, no me importa, la verdad.
-Gracias.
Le cogió de la mano y se la llevó a su casa.

(Esta es una pequeña historia porque me aburría, y si, porque por Reyes mi madre me ha comprado la Draculaura con el novio.)

~Fin~

No hay comentarios:

Publicar un comentario